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miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA IMPORTANCIA DE PENSAR

FILOSOFÍA, EL REINO DE LA VERDAD


Cuando la indolencia, ineptitud o desidia de algún pobre individuo le hace decir: “¡Ah, eso a mí no importa!, o “eso no me interesa”, ¿para qué me sirve eso?, está ciertamente filosofando de la manera más pura, acudiendo sin saberlo al debate eterno al ser o no ser, planteándose inequívocamente la necesidad de pertenecer a un segmento del saber humano, trascendente o decadente, productivo o pasivo, conformista o revolucionario.

La verdad no reposa sino en el reino de la filosofía, así lo entendieron grandes hombres que dieron su vida por ella, Sócrates, Jesucristo, Bruno, Hipatía, entre otros grandes mártires del saber, sin duda defendieron esa inexpugnable fortaleza de las virtudes excelsas, “el reino de la verdad” contra aquel nadie puede, ni reyes ni emperadores, ni tiranos y falsos profetas del apocalipsis, en ella se enorgullecen los verdaderos hombres, políticos, sacerdotes, maestros que han hecho del saber y de la enseñanza del conocimiento y las virtudes un verdadero apostolado


 Desdichados aquellos seres que rechazan este reino y acuden cómplices de la indolencia y la intolerancia, amigos del despreciable vicio de mentir y conspirar, de traicionar y robar, que a nombre de la prosperidad personal pisotean la dignidad ajena y atropellan a otros con desdén, hipocresía y ventaja, que apelando al sentido de la competencia buscan el lucro personal  a cualquier costo, aún al de ir en contra de la libertad, la justicia y el reino de la verdad.


Andrés Avendaño Z